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Sinopsis

Vivimos tiempos de mentiras, de manipulación, de postureos, y, lamentablemente, muchos funcionan. A lo largo de estas páginas veremos cómo la mentira y la manipulación se abren paso con demasiada facilidad. Y las televisiones no somos ajenas a ello.

La cara oculta de Pablo Iglesias pretende desmontar el mito que se está creando en torno a un personaje que sería más propio de El Lazarillo de Tormes: un buen comunicador, un mensaje simple que mucha gente necesita escuchar, y un grupo de viejos tertulianos incapaces de desmontarle, de contraargumentar y desnudar sus ideas, su personaje.

El lector podrá sorprenderse cuando descubra a un Pablo que lejos de su amabilidad televisiva tiene grandes dosis de mala educación, un ego que no cabe en ningún plató y una traición a sus ideas, a su gente, a su pasado. Hay un Pablo antes de las elecciones y otro Pablo cuando resulta elegido eurodiputado. Este último ya es casta y de ese modo se comporta como los peores personajes de la política: aplica el "si te he visto, no me acuerdo".

¿Dejará tirados a sus votantes una vez conseguido "el botín"?

Introducción

¿POR QUÉ ESTE LIBRO?

Son muchos los motivos que los españoles tenemos para amar la libertad y la democracia. Nuestra historia está llena del sufrimiento que provocó la ausencia de ellas durante muchos años. Nací en un lugar que bien representa parte de esa historia de España: Ferrol. En esta ciudad gallega nacieron destacados personajes tanto a favor de la libertad y la democracia como en contra de ellas. El dictador Franco, el fundador del PSOE, Pablo Iglesias, el presidente liberal Canalejas, y otros muchos nacieron en Ferrol. Una ciudad que ha sabido mezclar una amplia clase trabajadora (hoy machacada por la crisis) como una élite de marinos ultraconservadores y a la derecha de cualquier ideología.

Ya desde niño amé la libertad de expresión y el derecho de información de los ciudadanos. Con la dictadura de Franco, Ferrol llegó a estar en «estado de excepción» (entiéndase estado de represión contra los trabajadores). Dos obreros fueron asesinados en una manifestación «no autorizada » a manos de las «fuerzas del orden». La ciudad se conmocionó como nunca. La noticia corría de boca en boca, pero la radio emitía música clásica. En los periódicos no había ninguna noticia, ninguna línea que recogiese aquella tragedia. Yo contaba entonces con diez años y no entendía nada, no podía comprender que vivía en un régimen sin libertad, sin información, sin nada de lo que hoy se considera imprescindible. La matanza de dos obreros el 10 de marzo de 1972, descrita por mi abuelo, también trabajador de Bazán, me dejó tal impresión que marcaría mi futuro a favor de la libertad de expresión y del derecho de información de los ciudadanos. Por aquellos asesinatos nadie ha pedido perdón nunca, ni la derecha ni la izquierda. Se ha corrido un tupido velo (¿o un estúpido velo?) en nombre de la concordia.

Hace no mucho tiempo, mi admirado escritor, Manuel Rivas, publicó en El País una emotiva columna en recuerdo de aquel dramático suceso. Que no se borre nunca de nuestra memoria:

Pocos días después de aquel Domingo Sangriento, el 10 de marzo de 1972, una manifestación de trabajadores fue baleada por la policía franquista en el entonces llamado Ferrol del Caudillo. Corría sangre por las calles de la ciudad natal del dictador. Murieron dos obreros. A uno le reventaron la cabeza. Al otro, el corazón. Y más de medio centenar quedaron con heridas muy graves, víctimas de los «disparos al aire», según las soeces informaciones gubernativas. Ningún manifestante iba armado. Iban a cuerpo descubierto, aquella mañana de plomo. Se manifestaban por sus derechos laborales y por las libertades de todos. No hubo ninguna investigación. No compareció ningún juez. Me equivoco. Decenas de víctimas fueron detenidas, sometidas a tormento, incluso estando heridas, y muchas condenadas a años de prisión. Éramos estudiantes de instituto. Fuimos a un funeral, con la iglesia cercada por furgones policiales. El sacerdote tuvo la valentía de decir los nombres de los muertos: Amador Rey y Daniel Niebla…

(Manuel Rivas, El País, 19-6-2010).

Contar las cosas tal cual ocurren, someterlas al análisis, al debate ciudadano debería ser una obligación de cualquier demócrata. Me atrevo incluso a indicar que debería ser una asignatura en los colegios. ¿Por qué hemos renunciado a enseñar a las nuevas generaciones el análisis de la realidad, de nuestra sociedad? Vivimos tiempos de mentiras, de manipulación, de postureos y, lamentablemente, muchos funcionan. A lo largo de estas páginas veremos cómo la mentira y la manipulación se abren paso con demasiada facilidad. Y las televisiones no somos ajenas a ello, lo reconozco.

Con la publicación de este libro pretendo aportar mi granito de arena para conocer a un personaje que en pocas semanas ha capitalizado toda la atención política de nuestro país: Pablo Iglesias. En pocos meses ha pasado de nuestra televisión y de las tertulias, al Parlamento Europeo como diputado. Es cabeza de lista de Podemos, el nuevo partido político que también en semanas, y con los mensajes de Pablo, se ha convertido en la tercera fuerza política en España.

También pretendo, en esta obra, reivindicar el trabajo de los periodistas, de la información local. Contrariamente a lo que piensan muchas fi guras del periodismo, la información local es una necesidad para todos los ciudadanos. Es tan importante saber lo último que ocurre en Ucrania o Palestina, como en nuestro pueblo o ciudad, en nuestro barrio, en nuestro distrito. Lamentablemente, en Madrid, por efecto de su capitalidad, no llega a valorarse la información local por parte de una clase política muy acomodada y alejada de la realidad, de los problemas de esta gran ciudad. Los muy viejos políticos locales de Madrid son los primeros en denostar la información local, pues en sus planes solo aparece la ciudad para servir de trampolín a sus planes «trepa» en los aparatos de sus partidos.

He trabajado con Pablo Iglesias más de un año y creo que no debo ocultar lo que he vivido, mis amplias conversaciones con él, mis discusiones, su preparación, comportamiento, mis impresiones. Sé que mezclo datos objetivos con opiniones, pero soy de los que piensa que la objetividad no existe. Siempre quien cuenta algo, quiera o no, aporta su visión personal o pone el foco de atención donde considera oportuno.

Los años siguientes transcurrieron sin otra cosa digna de destacar hasta esa mañana, en la que, como ya hemos dicho, doña Ana se acercó a su marido:

En estas páginas describiré mi trabajo, codo con codo, con Pablo Iglesias, realizando su programa La Tuerka, auténtico cuartel general de Podemos. No me perdonaría callar esta importante experiencia en mi carrera profesional, pero también en lo personal. Quiero destacar que, a pesar de las críticas que le hago, estamos ante un gran personaje. Lleno de contradicciones, pero grande y llamado a devolver la ilusión a muchos ciudadanos desesperados en nuestro país. Que nadie vea en este libro un ajuste de cuentas, o que sea fruto del rencor por algún motivo. Se equivoca quien eso piense. Y para que quede más claro: me confi eso votante de Podemos en las pasadas elecciones europeas. Era la mejor opción para gritar ¡basta! a una clase política apegada a los aparatos de los partidos y a la que parece gustar verse rodeada de corrupción.

Sin embargo, que sea votante de una opción política no quiere decir que me identifi que con el comportamiento de su líder, más bien al contrario, y quizá precisamente por conocerle de cerca, rechazo comportamientos e ideas que no considero convenientes para mi país. Sus amistades peligrosas con dirigentes de Venezuela o Irán no resultarán deseables para la gran mayoría de la población española. Viví, y muy de cerca, los acuerdos con el régimen de Teherán y, como describo más adelante, llegué a sentir miedo.

La cara oculta de Pablo Iglesias pretende desmontar el mito que se está creando en torno a un personaje que sería más propio de El Lazarillo del Tormes: un buen comunicador, un mensaje simple que la gente necesita escuchar frente a un grupo de viejos tertulianos, que resultan incapaces de desmontarle, de contraargumentarle y dejar desnudas sus ideas. Son acontecimientos tan recientes y tan impactantes, que resultan fáciles de recordar. Además, por fechas, pertenecen a nuestro ayer más cercano.

Conoce al autor

Enrique Riobóo

Enrique Riobóo de la Vega (Ferrol, 1961), periodista, es fundador y director de la televisión local Canal 33 de Madrid

Creó varios periódicos de proximidad en los que trabaja con la información local de la capital desde hace más de veinte años.

Volcado con el 15M desde que surgió este movimiento ciudadano, vive y cuenta con intensidad una época de grandes cambios, demasiadas mentiras y enorme sufrimiento.

En Canal 33, durante más de un año, realizó Pablo Iglesias su tertulia, La Tuerka, auténtico cuartel general de Podemos.

La otra cara de Pablo, la que no se ve en la televisión, es la que he pretendido describir en este libro

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 Día 04-11-2014 a las 19:00
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Presentación del libro

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Libro de visitas

Natxo el día 28-01-2015
Gran ensayo que pone al descubierto alguna de las carencias de uno de los principales candidatos ala presidencia del gobierno. Desde la experiencia de trabajar codo con codo con Pablo Iglesias, Enrique Riobóo nos desenmascara al personaje tratando de descubrir la realidad.
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